La semana comienza el lunes con una energía cambiante y muy activa. Durante la mañana, la Luna en Cáncer se une a Júpiter, generando bienestar emocional, sensibilidad y ganas de nutrir vínculos. Sus trígonos con Saturno y Neptuno aportan contención, intuición y calma. Hacia el mediodía, la Luna entra en Leo y la energía se vuelve más expresiva. Sin embargo, la oposición con Plutón en Acuario puede generar tensiones entre el deseo de brillar y la necesidad de control. A la vez, el trígono con Marte en Sagitario impulsa la acción, mientras que la cuadratura con Venus en Escorpio puede despertar pasiones intensas o desacuerdos afectivos. El día cierra con un trígono con Mercurio, favoreciendo la comunicación y el entendimiento.
El martes, la Luna permanece en Leo y forma un trígono con Mercurio en Sagitario, trayendo claridad mental, optimismo y creatividad. Es un día favorable para expresarse con confianza y compartir ideas inspiradoras. Sin embargo, Júpiter inicia su movimiento retrógrado en Cáncer, marcando el comienzo de un período de introspección y revisión sobre la forma en que crecemos y nos expandimos. Durante la noche, la Luna se acerca a la cuadratura con el Sol, activando tensiones entre el impulso personal y las exigencias externas, invitando a ajustar el rumbo sin perder entusiasmo.
El miércoles comienza con la Luna todavía en Leo, formando una cuadratura con Urano en Tauro. Este aspecto puede traer imprevistos, giros emocionales o la necesidad de cambiar algo que ya no se siente auténtico. Es un día en el que conviene mantener flexibilidad y evitar dramatismos. Más tarde, la Luna entra en Virgo, y la energía se vuelve más práctica, organizada y enfocada. Al mismo tiempo, Mercurio forma una conjunción con Marte en Sagitario, generando pensamientos veloces, palabras directas y una gran capacidad para defender ideas, aunque también cierta impulsividad verbal.
El jueves la Luna continúa en Virgo durante todo el día. En la mañana, forma una cuadratura con Mercurio en Sagitario, lo que puede generar dispersión mental o dificultad para priorizar tareas. Poco después, la cuadratura con Marte en Sagitario intensifica la energía, provocando cierta irritación o prisa. Es importante cuidar el tono y canalizar la acción hacia tareas concretas. A su vez, la Luna hace un sextil con Venus en Escorpio, suavizando el clima emocional y favoreciendo encuentros amables o gestos afectivos sinceros. La tarde transcurre sin mayores aspectos, ideal para ordenar o descansar.
El viernes la Luna sigue en Virgo, invitando a la organización y al equilibrio. Durante la tarde, se forma un sextil con Júpiter en Cáncer, un aspecto armónico que promueve bienestar emocional, empatía y una sensación de propósito. Sin embargo, la oposición con Saturno en Piscis puede generar cansancio o sensación de carga, mostrando la necesidad de equilibrio entre deber y autocuidado. Es un día para hacer lo necesario sin sobreexigirse y aceptar los límites como parte del proceso.
El sábado inicia con la Luna en Virgo en oposición a Neptuno en Piscis, generando confusión, sueños intensos o una sensibilidad emocional más alta. Luego, el trígono con Urano en Tauro ayuda a liberar tensión y aporta frescura y creatividad. Más tarde, la Luna entra en Libra y la energía se torna más sociable y armónica. Durante el día, la Luna forma un trígono con Plutón en Acuario, profundizando los vínculos y trayendo emociones intensas pero equilibradas. También se conecta por sextil con Mercurio y Marte en Sagitario, generando fluidez, optimismo y buenas conversaciones. Es un excelente día para encuentros o actividades que inspiren.
El domingo la Luna continúa en Libra y no realiza contactos relevantes, lo que aporta calma y estabilidad emocional. Sin embargo, el Sol forma un trígono con Júpiter retrógrado en Cáncer, creando una sensación de expansión interna, serenidad y confianza. Este aspecto invita a la gratitud, a valorar los pequeños logros y a sentir que, más allá del movimiento externo, algo dentro de nosotros se acomoda y florece. Es un cierre de semana armónico, ideal para reconectar con la fe, la alegría tranquila y la sensación de equilibrio.


